Cuando se habla sobre lo que es la economía circular muchas veces se echan en falta consejos prácticos para llevarla a cabo. Por ello, te facilitamos ejemplos concretos de economía circular fáciles de implementar.
Para entender lo que es la economía circular, tenemos que recurrir al pilar de las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. La economía circular propone, por lo tanto, un sistema práctico basado en soluciones viables. Este ciclo evita que se derrochen los recursos naturales apostando por la redefinición de nuestros hábitos de compra y consumo.
Con estos 5 consejos podrás contribuir a la economía circular:
1. Reparar antes que tirar
Aunque parezca que los productos tecnológicos enseguida se quedan antiguos, reparar y no tirar es más importante que nunca. Es posible ejercer el derecho legal a la garantía de dos años y, de hecho, cada vez hay más empresas que reparan productos tecnológicos. Si es necesario que cambies de dispositivo, llévalo al punto limpio más cercano.
2. Elegir lo duradero antes que lo desechable
Muchos de los útiles cotidianos de una casa son de usar y tirar, aunque es fácil cambiar estos productos por artículos duraderos. Desde servilletas de tela en lugar de papel, pañuelos en vez de toallitas o cajas y bolsas de tela en lugar de las bolsas de plástico de un solo uso.
3. Reducir la basura al mínimo
La economía circular empieza por minimizar el consumo excesivo de recursos. Para llevarlo a cabo, prepara comidas que generen la menor cantidad posible de desperdicios. También puedes rechazar las facturas en papel y la publicidad en nuestros buzones. Cuando vayas al supermercado, compra productos sin embalaje o que sea reciclable.
4. Comprar de segunda mano
El mercado de segunda mano se ha ampliado en los últimos tiempos gracias a las decenas de plataformas digitales y apps que existen. Estos entornos digitales de economía circular nos permiten adquirir productos usados en buen estado y a buen precio.
5. Reciclar
No es solo un ejemplo de economía circular sino, de hecho, una de sus bases. La economía circular propone que todos los desechos tengan una segunda vida útil como nuevas materias primas. Los envases de plástico, briks, latas, papel y cartón y vidrio tienen su sitio en los contenedores de colores. Pero también hay que ocuparse de pilas, aparatos electrónicos, químicos, textil, aceite usado, medicamentos, etc.